Crowdfunding: Lo importante es el Crowd no el Funding
Por: José Miguel Porto, Socio de Porto Legal
La serie de televisión Veronica Mars se mantuvo en el aire entre el 2004 y 2007 con un grupo selecto de seguidores. Luego que el programa saliera del aire les llamó la atención a Warner Bros. y Rob Thomas, creador del programa, que los seguidores continuaron comentando activamente sobre el programa en redes sociales. Evaluaron hacer una película sobre Veronica Mars, pero había dudas sobre la demanda para una película. Hicieron un “trailer” de la película y se lanzó una campaña en Kickstarter (plataforma de crowdfunding). En las primeras 12 horas levantaron US$2 millones para la película, cerrando la campaña con una recaudación de US$5.7 millones. La película fue estrenada el 12 de Marzo de 2014, tuvo reseñas positivas y fue un éxito financiero (McAfee & Brynjolfsson, 2017, p. 261–262)(1).
¿En ausencia de tecnología, cómo predecir el comportamiento colectivo? ¿Cómo saber si una película va a agradar al público en general? Lo habitual era que el productor y director de una película desplegaran recursos para lanzar al mercado la película que ellos consideraban sería de agrado del público en general. Esta apuesta arriesgada la mayoría de veces generaba pérdidas y en pocas ganancias. El crowdfunding sirve para asegurar al productor y el director de la película si su idea va o no a tener aceptación del público en general antes de hacer cualquier inversión. Si el público está dispuesto a poner dinero detrás de una idea, es altamente probable que la idea tenga acogida en el mercado.
Como señala Marc Andressen, “(…) la forma en la que todo llega al mercado por los últimos 2,000 años ha sido al revés. Ha sido impulsado por la oferta. Para cuando se descubre si al mercado le gusta o no, ya hay mucho dinero invertido. El crowdfunding revierte el modelo. Ya no es necesario ir al mercado a menos que se cuente con una validación de compra de las personas” (McAfee & Brynjolfsson, 2017, p. 262). Se piensa equivocadamente que la principal función del crowdfunding (financiamiento colectivo) es la capacidad que estas plataformas tienen en levantar capital. En mi opinión, la concepción está errada. El principal valor agregado de las plataformas de crowdfunding es operar como mercados predictivos, determinar si existe demanda antes de invertir en el producto ofrecido, permitir hacer un uso eficiente de recursos escasos, promoviendo la consecución de ideas rentables, dejando de lado aquellas que no tendrán aceptación en el mercado. Las plataformas de crowdfunding así entendidas no son plataformas financieras, son mercados predictivos, plataformas que aseguran que el dinero vaya a ideas que cuenten con cierta demanda y para generar negocios financieramente sostenibles.
Lamentablemente, la regulación propuesta para las plataformas de crowdfunding(2) preocupa porque regula a las plataformas de crowdfunding como plataformas “financieras”, lo cual es un error. Cualquier dinero que una idea pudiera levantar en una plataforma de crowdfunding será el resultado del sentimiento colectivo de mercado, de una confirmación de demanda, porque en un mundo capitalista, la mejor manera de conseguir validación de terceros, es que el mercado esté dispuesto o poner dinero detrás de una idea ajena.
Considerando que no estamos regulando plataformas financieras; es decir, plataformas que tienen por función principal el financiamiento de ideas, sino plataformas que permitirán direccionar adecuadamente los escasos recursos hacia las mejores ideas; creemos que su regulación, en cuanto a permisos y requisitos operativos y administrativos, debe limitarse a aquello que sea estrictamente necesario. Crear regulación es siempre más fácil que eliminarla, así que propongo partir de un modelo regulatorio leve y flexible, no con la visión de regular una plataforma financiera, sino una plataforma predictiva de demanda para cualquier producto o servicio, y si se advierten deficiencias, se irán corrigiendo sobre la marcha. En cambio si partimos, como se sugiere, de un modelo regulatorio estricto e inflexible; de nada servirá flexibilizar luego cuando el crowdfunding haya muerto.
(1) McAfee, Andrew y Eric Brynjolfsson (2017). Machine, Platform, Crowd: Harnessing Our Digital Future. Nueva York: W.W.Norton & Company, Inc.
(2) La Superintendencia de Mercado de Valores publicó la Resolución SMV N° 012–2020-SMV/01 mediante la cual publicó para comentarios el proyecto de Reglamento de Crowdfunding.